Aunque el calor y la dureza de terreno son en la mayoría de los días y de las horas abrumadores, hay un lugar en el sur de España donde hacer sonar el obturador es un completo disfrute. Cuando el terreno no es hacia arriba normalmente siempre es hacia abajo y cuando no está todo lleno de rocas grandes -muy grandes-, los pies sufren por cientos de piedras pequeñas -muy pequeñas-. No sabes dónde o cuándo te hundirás o donde pisarás terreno firme, si cubre el agua o no, o si un resbalón o un mal paso darán con el equipo en el agua o los huesos en el suelo. Ese sitio es Riotinto y todas esas cosas merecen la pena por que es un paraje único e inesperado. Y un auténtico placer para los sentidos y para la fotografía