Lienzo y Poesía (Proyecto Personal)

Lienzo y Poesía (Proyecto Personal)

Color y sonido no se dejan comparar, pero se puede reducir a ambos a una fórmula superior. Son dos ríos que nacen de una misma montaña y que recorren dos regiones en condiciones completamente distintas”.

Goethe

Desde que empecé a desarrollarme en la fotografía he sentido la necesidad de establecer, a través de mi obra, un vínculo entre la disciplina creativa que me apasiona y la pintura, la gran pasión de mi madre. No sabía cómo ni cuándo hacerlo, pero ese deseo siempre ha estado en mí. 

Cuando empezaba en esto, el azar quiso que conociera a David Santiago y Juan Tapia, dos grandes de la fotografía que precisamente estaban inmersos en el propósito de desarrollar, compartir y enseñar técnicas fotográficas y “maneras de mirar” la naturaleza a través de la lente, para crear obras de carácter personal o de AUTOR.

Para hacerlo se fijaban en las corrientes pictóricas y en los grandes pintores que ayudaban a construirlas y extenderlas. El impresionismo, el expresionismo abstracto, el surrealismo, el minimalismo o el romanticismo estaban y están presentes en sus charlas, en sus talleres y, por su puesto, en su obra.

Un lienzo es un tejido de lino, de algodón o de cáñamo que, por lo general, sirve como soporte a las obras pictóricas, por lo que también se llama lienzo al conjunto de estas últimas, una vez plasmadas sobre la tela. Este proyecto nace de la idea de trasladar ese concepto a la fotografía y seleccionar los “tejidos sobre los que pintar con la lente" de entre los elementos básicos de la naturaleza.  Mis “lienzos” están hechos sobre Agua, Hielo, Barro, Lodo, Arena, Roca, Muro, Metal, Madera, Cielo, Hojas y Magueyes (Pitas).

Desde tiempos remotos los seres humanos hemos sentido la necesidad urgente de transmitir ideas, conceptos y sentimientos con dibujos, manchas, colores, palabras y sonidos. Con un significado implícito o explícito, semántico o simbólico. Y es en esa urgencia donde encontré mi siguiente -y aún más difícil- desafío. Intentar que mis lienzos e imágenes tuvieran también un trasfondo poético, que los colores, la luz y las formas confluyeran con el sonido y las palabras. Que las composiciones y los ritmos hablaran entre sí. 

Según una antigua leyenda china los sonidos de las palabras y las notas de la escala musical fueron sugeridas a un artista por dos pájaros de muchos colores. En esa sencilla historia se contempla y se explican los elementos básicos del arte: el color en las plumas de los pájaros mágicos, el sonido en su canto poético y la naturaleza que inspiró y estimuló a aquel hombre para su creación.

El color - antes de ser pintura o fotografía-, los sonidos y los primeros cantos poéticos siempre han estado presentes en la vida de las personas. Y la propia naturaleza, a la que siempre hemos procurado emular, dominar y superar a través del arte es toda ella una exaltación de sonido y color.

Sabemos de primera mano que un sonido, una palabra, o un verso pueden despertar imágenes cromáticas. Y que contemplar una pintura o una fotografía puede evocar a su vez sonidos y textos. No se trata de pura sensorialidad, sino de un acto complejo del pensamiento en el que intervienen también recuerdos e ideas abstractas. 

La poesía y la pintura o la fotografía son expresiones consustanciales con la naturaleza humana. Se complementan y se alían en una mezcla creativa y muy difícil de disolver. Hay influencia y relación entre los colores de las imágenes y los sonidos de las palabras. Entre la musicalidad y el ritmo de la poesía y algunos cuadros o fotografías, entre obras pictóricas o fotográficas y los versos de los que “nacen” (no sólo los ilustran) o entre un poema y una imagen que estimuló a una imaginación.

En la pintura, en la fotografía y en la poesía se tratan el ritmo y el espacio, la proporción, la perspectiva, el punto de vista y los repertorios de imágenes o palabras. Y también el tono. Picasso, que además de pintar escribía de forma casi compulsiva, dijo que “la pintura es poesía; se escribe en verso con rimas plásticas”.

Eso es lo que he intentado -y todavía intento- conseguir con este trabajo. Unir la composición poética y la cromática y plasmarlas sobre los lienzos que ofrece la naturaleza. 

Este proyecto personal está dedicado a David y Juan, mis maestros y amigos, por su inspiración y sus enseñanzas continuas y por su paciencia y su generosidad infinita. Y es, sobre todo, un homenaje a mi madre, que entre todas las cosas que me ha transmitido está su pasión por el arte, y a la memoria de mi padre, al que tanto me parezco.

“De todos los medios de expresión, la fotografía es el único que fija el instante preciso. Jugamos con cosas que desaparecen y que, una vez desaparecidas, es imposible revivir”.

Henri Cartier-Bresson

Content © Pablo Lópezcreado en Bluekea