Los helechos arbóreos son reliquias del pasado. Surgieron hace 300 millones de años y algunos compartieron tiempo y espacio con cícadas y coníferas en el Jurásico. Un bosque o un jardín con estos helechos evoca la atmósfera de esos lugares y tiempos remotos. Hasta Charles Darwin, el padre de la Teoría de la Evolución, se declaró impresionado por su majestuosidad y el verde brillante de sus magníficas y elegantes frondas. Tras mis viajes a las islas de Sao Miguel (Azores) y Madeira no puedo estar más de acuerdo